Verdades absolutas
No importa quién tiene la razón, ni la verdad, “no existe verdad absoluta” lo que es importante es cómo te hace sentir esa verdad o esa creencia.
Por muchos años he sentido tener dentro de mí, verdades absolutas que hacía que me limitasen.
Verdades que desde pequeña he oído en mi entorno, como... la mujer es la que tiene la obligación de llevar las riendas de su familia, es la más capacitada para hacerlo, vístete bien para causar buena imagen, no andes descalza, hará que enfermes, no muestres vulnerabilidad, debes de ser fuerte…
Son verdades absolutas que yo adquirí a lo largo de mi vida y me he dado cuenta que nos encanta coleccionar verdades, etiquetarlas, catalogarlas y tenerlas organizadas dentro de nuestro cerebro.
Y como dijo Ramón Campoamor:
“En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira,
todo es según el color del cristal con que se mira”
Todo depende de quien lo ve y como lo ve, todo es subjetivo, lo importante no es saber más, si no cuestionar más. Cuestionar aquellas creencias adquiridas que por muchos años nos sirvieron, pero que ahora en este mismo instante, nos limitan.
Como definición de creencia aparece en el diccionario:
“Idea o pensamiento que se asume como verdadero”
Entonces según su definición, es una idea o pensamiento, que puede ser real o imaginario, que creamos o viene a nosotros, y que, según nuestra situación o momento, adquirimos y asumimos como verdad.
Te invito a que reflexiones sobre tus creencias o verdades absolutas y te preguntes:
¿Para qué están en tu vida? ¿Te facilitan o te limitan en este momento?
Mujer Mariposa
Raquel